Llevo tiempo leyendo blogs en la red, de todos ellos saco muchas conclusiones, unas buenas, otras menos buenas y en otras la única conclusión que saco es el ver cómo algunas personas se dan golpes de pecho intentando dibujarse como seres humanos extraordinarios.
Hoy leía a cierta persona que se trata de expresar haciéndose pasar por un personaje amable, buena gente y demás.
Soy de las que piensa que nunca una debe describirse, más cuando quiere una pintarse de buena. Es muy fácil hablar de uno/a mismo/a y así, detrás de unas cuantas letras, inducir a la conclusión de “qué buena gente es”.
Lo siento pero no, me parece tremendamente hipócrita y mezquino. Es patético hacerse un personaje cuando la única prueba que se puede obtener para valorar a ese ser humano, es leer su propia teoría.
Esto es como la historia, todo varía mucho dependiendo de quien la cuente, y claro está que si quien cuenta algo sobre sí mismo es su ego, ahí estaremos sacando la conclusión de qué persona tan amable y no, no hay nadie tan bueno/a.
Nadie estamos libres de cometer errores, de tener sentimientos a veces malos, desear cosas malas escudándonos en el supuesto daño que han tratado de hacernos.
Nadie es tan honesto como dice ser esa persona de la que hoy hablo.
La honestidad va más allá de lo que uno/a mismo trata de explicar. La honestidad es un sentimiento limpio, o no, ya que soy de las que piensa que todo depende de a quién nos referimos.
Puedo ser honesta con mi entorno pero ser una mezquina con quien hace daño a mi persona o entorno, y como yo, creo que somos todo/as.
Claro que queda de maravilla no decir nuestros defectos, no exponerlos en un blog que lo puede leer cualquier o queda genial referirnos a nuestros defectos personales como “es que no soporto que haya faltas de ortografía” y ejemplos absurdos de éste tipo.
La verdad es bien distinta, al echarnos a la cama nos encontramos con nuestro verdadero yo y de la persona que hoy hablo, de la cual hoy he leído y sacado éstas conclusiones, al echarse a la cama sabe que es una persona tan ruin cómo el resto de los mortales. Que no es esa perfecta mujer que dice ser, una enamorada de la paz, la que no quiere reconocimiento por parte de nadie y sólo hay que leer con los ojos de la verdad para ver que le gusta el protagonismo, que lo envuelve en falsa modestia y que sólo le gusta mirar su ombligo.
Cuando leo su blog trato de ver con objetividad hasta qué punto le gusta recrearse en esa falsa bondad, sólo hay que leer, querer leer entre líneas para darse cuenta de cuan distinta es esa persona a cómo se hace pasar. Y todo esto lo digo con conocimiento de causa, o no, eso queda en el aire y eso sólo lo sé yo, ya que yo sí soy capaz de ir a mi cama conmigo misma, con la verdad de lo más profundo, de eso que a veces las personas tratan de obviar en sus vidas para sentirse menos ruines, pero no engañarnos, todas las personas tenemos esa parte ruin y asquerosa, lo que pasa es hay personas que tienen una carencia de objetividad sobre sí mismo/as tan grande que les parecerá una aberración que alguien hale de ello.
Quizás según lea más entradas de ese blog vaya sacando más verdades, ya que puedo asegurar que esa persona es un mojón humano, eso sí, disfrazada de falsa bondad, pero es un auténtico mojón humano ya que cuando alguien es capaz de consentir insultos hacía una experiencia aterradora en la vida de alguien, no es otra cosa que un mal llamado ser humano y sobre eso existe una carta.
En fin, esto es lo que piensa Valeria de la persona que escribe el blog que he leído hoy.
